ACTO DE FE:

REVOLUCION Y RESISTENCIA LATINOAMERICANA

Petter Sussmann refleja en sus obras la constante búsqueda colectiva de pertenecer a un Todo inconmensurable e intangible que, con una siniestra ironía que emerge, esta totalidad excluye a sus sujetos en incontables ocasiones. Sussman con crudeza y de manera sombría plasma escenarios de devastación, violencia policial, perversión y oscuridad. ¿Dónde esta ese Dios, ese Estado, ese aliado frente a la carencia? Se plantea la incógnita en el lienzo y se deja entrever de la mano del expresionismo e idealismo alemán una angustia de posguerra que reside en su espíritu. No en un acto pasivo sino uno revolucionario, contestatario y provocador pinta la contracultura de las naciones que resiste en el hecho social. Petter Sussmann es contracultura. Nacido en Berlín en 1927 vino a la Argentina en 1938 con once años de edad en el movimiento migratorio europeo que abarcó mitades del siglo XIX a principios del siglo XX. Transitó en su adultez acontecimientos decisivos como el “Proceso de Reorganización Nacional” y la crisis del 2001. La potencia de su obra recae en el peso histórico de la gran inmigración y las dictaduras cívico-militares latinoamericanas. Es núcleo y puente a la vez entre ambas identidades. Contesta con vehemencia en sus pinceladas a todas las instituciones presentes en la sala, la Iglesia, el Estado y su brazo armado con dura crítica. Refleja el sadismo del poder y la facilidad hacia el castigo. Denuncia la ausencia de los derechos humanos y el sometimiento a las comunidades y plantea, con desaprobación militante, que pareciera ser esta ausencia una -condición- para la propia existencia. ¿Es parte de la condición humana la opresión de los mismos? ¿Creer en el contrato social es también un acto de fe desdibujado en el correr de los siglos?

El artista trae en su mensaje la viveza criolla de ver más allá de las relaciones de poder que entablamos como sociedad, nos comunica que toda simulación en curso es un acto de fe en descomposición, guardando hoy y siempre el ojo crítico necesario para desarticular los dispositivos de la violencia en pos de crear realidades que poco tengan que ver con el sufrimiento sino con horizontes de paz.

Curaduría: Lucía Bruschetti y Salomé Del Giudice.